1.Planteamientos teóricos del dinero: Smith, Marx y Simmel.
La moneda, como la más simbólica representación del dinero, ha sido caracterizada
por sus cualidades, funciones y valor en las relaciones sociales. Para Smith la
moneda es la forma granulada de la circulación en el sistema mercantil. Para
Marx, la moneda es el rostro de la cosificación de la mercancía y “la
universalidad de su cualidad es la omnipotencia de su esencia”. Mientras que
para Simmel es, a la vez, una “forma de asociación” y la “más completa de
interacción”, de allí que el dinero pueda representar en el intercambio, como
escribió Kracauer “…la propiedad, la codicia, la extravagancia, el cinismo, la
libertad individual , el estilo de vida, la cultura, el valor de la
personalidad…”. La moneda es poder de los individuos, de las formas de socialización y,
desde luego, del Estado como productor y reproductor de la circulación
monetaria. Pero la moneda existe, en tanto representación de mercados y actores
políticos, en relación a procesos históricos específicos: momentos de
ampliación y contracción de las relaciones sociales y entre mercados, del poder
de agentes individuales y/o colectivos, de corporaciones e instituciones que
disputan y negocian con el mismo poder de la moneda. La moneda es la faz del
poder político y la sustancia del poder de una economía, de la agencia de
particulares y de las carencias del poder del Estado. La moneda es un signo que
devela a su época. Nos interesa examinar problemas de la historia monetaria
como episodios de la construcción de una “politicidad del mercado”, de sus
actores y de sus instituciones impersonales: la gestión política de la moneda.
Las ideas matrices de los clásicos son herramientas de pensamiento para mirar
con catalejo o lupa, según se quiera , procesos de conformación política de la
circulación monetaria.
2. La producción de la mercancía dinero y el problema de la transferencia de renta
indígena a la circulación global: el enfoque Assadourian.
La producción de plata en América produjo una transformación profunda de las
rutinas productivas, procesos de trabajo y formas de sujeción de la fuerza
laboral indígena. En su caso, también una rápida transformación tecnológica que
influyó en la alta productividad de las ricas minas de plata, Potosí y
Zacatecas. Sin embargo, la organización de la producción de la mercancía
dinero, como problema esencial de la configuración de una economía exportadora
de moneda metálica introdujo un acelerado proceso de mercantilización americana
y global. El pionero estudio de Carlos Sempat Assadourian, sobre la
organización, dinámica y circulación de dinero/mercancía cambió la visión sobre
el papel de la producción metálica en la economía mundo, centrado en procesos
locales. Concretamente su estudio sobre la minería andina abrió un horizonte de
interpretación de gran influencia contemporánea. ¿Cómo y para qué se producía
dinero?
3. El peso de 8 reales: la moneda global americana.
El peso americano, con el sello de la monarquía española, circuló en la
economía/mundo construida desde el siglo XVI: la plata americana fue la
solución histórica de integración continental de Europa con Asia y África, con
la centralidad productiva americana. En este sentido, es la economía platera la
permitió la globalización temprana y el papel de organización económica de la
producción cobró enorme relevancia. La plata circulaba en las venas de la
economía privada, de las monarquías europeas, asiáticas y los margenes de los
territorios de economía pequeñas y grandes. Fue, también, el origen de muchas
múltiples signos monetarios, ya fuese por fundición y reacuñación o bien por
inscripción de marcas y sellos que la revalorizaba. En esta sección, trataremos
de valorar el papel de la plata y la moneda americana como factor esencial de
la economía global temprana.
4. La organización de la producción de plata novohispana y el crecimiento
económico.
La discusión sobre el impulso de la minería de plata ala crecimiento económico ha
interesado al os historiados: para algunos la exportación minera produjo atraso
(Coatsworth), mientras que para otros generó un nivel de actividad económica
regional que permitió la integración de un mercado interno dinámicos (Assadourian),
integrados especialmente a través de la demanda de insumos, tanto en bienes de
capital como en bienes de consumo. Complementariamente, la producción de plata
promovió el desarrollo de un amplio mercado de consumo, de productos
novoshispanos como importados, que permitió la integración espacial de mercados
distantes, integración de compañías comerciales y configuración de
corporaciones mineras y comerciales de significativo poder. La plata creo su
propio mercado y expandió los mercados regionales en un mercado interno.
5.Producción abundante y circulación limitada de dinero en la Nueva España
colonial.
La principal unidad del sistema monetario castellano en la Nueva España era el
real de a ocho o peso fuerte español. Se trataba de una moneda dividida en 8
reales (cada real subdividido en 12 granos). A pesar de que podía ser acuñada
en oro y plata, tuvo fundamentalmente un respaldo argentífero dadas las
existencias mineras propias del virreinato. Sin embargo, no toda la población
accedía al real de a ocho, pues al ser una moneda con una ley de pureza
metálica predilecta, solía ser atesorada o exportada. Así, la sesión tendrá el
objetivo de clarificar las características de la circulación interna en los
mercados de la Nueva España, puntualizando el uso de mecanismos alternos o
seudomonedas para contrarrestar la escasez de numerario oficial.
6. Gresham en Nueva España: envilecimiento y fraude monetario. La política de
Carlos III de depreciación del peso y la masa monetaria novohispana y global.
«La moneda mala desplaza a la moneda buena», como se atribuye a Sir Thomas
Gresham (1519-1579), se ha considerado una «ley» de ocurrencia fatal
en el reemplazo de moneda como recurso de financiamiento público. La política
de depreciación del fino de plata de la moneda americana, en coyunturas que
demandaban liquidez, fue un recurso de financiamiento de la reacuñación y de
financiamiento subrepticio de la monarquía rebajando el valor real de la
moneda. Sin embargo, las instrucciones «muy reservadas» que instruían
rebajar la ley monetaria a los superintendentes de las casas de Moneda,
especialmente la de México, fueron sucedidas por ordenes de retiro de moneda
circular antigua -particularmente columnaria- que despertaron sospechas en el
público y ajustes a su valor real en la economía global. La gestión de la masa
monetaria enfrentó, entonces, un problema agudo para circulación interna y los
términos de intercambio al exterior, donde la moneda antigua era más apreciada
y la nueva corregida en su valor. A partir del episodio deprecatorio de Carlos
III de 1772, se estudian las respuestas de los agentes económicos y el problema
de la escasez relativa de moneda, poniendo el acento en la masa monetaria
producida, el coeficiente de sedimentación doméstico y la producción de moneda
fraccionaria compensatorio de la desatesorización de moneda antigua. ¿Qué
pensaría Gresham del episodio?
7. Mucha plata y poco dinero: ¿era deficitaria de monedas la mayor productora de
monedas globales?
Mientras los escritos de Alexander Von Humboldt crearon una imagen de auge en la
producción metalífera para la Nueva España a fines del siglo XVIII y principios
del XIX, varias capas sociales no tenían acceso al numerario oficial acuñado en
la Real Casa de Moneda de México. Además, no todas las provincias del
virreinato tenían una geografía minera, por el contrario, se relacionaban con
los mercados internos y externos de manera distinta. ¿A dónde se dirigía la
producción de plata de reales de minas tales como la Valenciana, Real del
Monte, Real de Catorce y Vetagrande? ¿Quiénes eran los grupos de poder que
controlaban el uso del dinero en la Nueva España? ¿Cómo funcionaban las
transacciones cotidianas en los mercados urbanos del virreinato? ¿Fueron más
característicos los tlacos en el comercio novohispano o funcionaban en simultaneidad
al peso fuerte de plata? La combinación de una visión global y regional en la
historia monetaria será esencial para estudiar la producción de circulante,
pero también, los usos sociales que realmente se le daba a la moneda en
haciendas, estancias, pulperías, pósitos y alhóndigas.
8. El mercado interno novohispano y la guerra civil: crisis monetaria y
reorganización espacial, 1811-1818.
La guerra civil novohispana marcó una ruptura en la tendencia alcista de la
producción monetaria. el sistema centralizado se desarticuló y produjo una
regionalización del comercio, la circulación de moneda y una nueva espacialidad
que sería definitiva en la nueva configuración nacional. El bloqueo de los
puertos marítimos, Veracruz en el Atlántico y Acapulco en el Pacífico,
favoreció al despliegue de economías regionales vinculadas hacia el mercado
global y nuevos cauces de la circulación y exportación de plata y moneda, como
Tampico y San Blas, respectivamente. Una concurrencia entre necesidad y
oportunidad permitieron fortalecer ciudades mineras, como Zacatecas, San Luis
Potosí y Durango, con polos de distribución comercial, como Guadalajara y
Aguascalientes. La producción de monedas realistas, insurgentes y provinciales
incrementaron la masa y multiplicaron los signos monetarios, incluso se produjo
una diversidad de monedas privadas para el comercio local y el pago de
jornales, mercancías y servicios. El caos monetario fue un proceso adaptativo a
la crisis y a la vez una nueva organización del espacio económico novohispano,
que merece observarse con detenimiento, antes de concluir que la guerra civil
destruyó la economía.
9. Guerra y revolución monetaria en América Hispánica y Nueva España, 1808-1824.
La crisis de la monarquía española (1808-1814) y los movimientos de independencia
en la América Hispana potenciaron la diversificación de centros de amonedación.
En la Nueva España ello se tradujo en la ruptura del monopolio de la Casa de
Moneda de México provocada por proyectos de acuñación en provincia que
transitaron hacia la permanencia en el México independiente. Será el objetivo
de la sesión identificar las etapas de dicha ruptura, los actores involucrados
y las secuelas heredadas, pues la cronología culmina con la ratificación
oficial de múltiples cecas entre el I Imperio y la primera república federal
mexicana.
10. Guerra y fraudes monetarios: Osorno y otros delincuentes patriotas. Dra. Iliana
Quintanar (Dº Historia/CIDE).
La Guerra de Independencia trajo consigo consecuencias económicas importantes,
tales como la desarticulación de las redes mercantiles de abasto de mercancías
y la dificultad en la recaudación de impuestos, entre muchas otras. Para
hacerle frente a la contienda, tanto realistas como insurgentes buscaron
diversificar sus fuentes de financiamiento, de ahí que establecieran
contribuciones extraordinarias o aprovecharan las vías de ingreso ya
existentes. Entre aquellos mecanismos de financiamiento se encuentran las
diversas acuñaciones de moneda que ambas facciones llevaron a cabo en sus zonas
de influencia. El objetivo de la sesión es conocer algunos ejemplos de
acuñación y falsificación de moneda durante la Guerra de Independencia, con
especial énfasis en la zona centro y sur del país, para comprender las
consecuencias de la Guerra en el ámbito monetario.
11. Revolución social, descontrol monetario, biblimbiques y otros papeluchos.
Los fraudes son consustanciales a cualquier revolución burguesa, la mexicana no fue
la excepción. Celebrados escándalos estuvieron entre las causas del descontento
de 1910: los bancos de Yucatán, el Minero de Chihuahua, el de Jalisco y más
oblicuamente el de Guanajuato causaron grandes frustraciones y pérdidas de
caudales a sus cuenta-habientes, quienes muy pronto manifestarían sus
desconfianzas hacia el vetusto régimen porfiriano. Naturalmente, con la
vorágine revolucionaria todos estos antiguos pecados financieros quedaron
borrados y nuevas falsificaciones y operaciones financieras y
monetarias defraudarían a más mexicanos y extranjeros. En esta charla
hablaremos fundamentalmente de caos monetario, de sus causas y de los intentos
del gobierno carrancista por controlar sus nefandos efectos sobre el conjunto
de la economía.»
12. El billete de banco en el siglo XIX: ¿dinero o título de crédito? Dra. Iliana
Quintanar, CIDE.
La plata como moneda o como mercancía: esa fue la disyuntiva que comenzó a abrirse
a partir de 1870, ante la caída sostenida del precio mundial del metal
argentífero. El impacto de ello en la economía mexicana fue diverso, pero sin
duda el más importante fue la adopción de una versión del patrón oro en 1905,
el fin del bimetalismo y el cierre de las casas de moneda estatales. La gestión
política de la moneda que había predominado hasta entonces comenzó a transitar
hacia nuevos horizontes.
13. La reforma monetaria de 1931-1932 y la estabilización de la emisión monetaria:
un debate con la historiografía financiera.
En esta sesión revisará la reforma monetaria de 1931 y su enmienda de 1932.
Un objetivo central es profundizar el conocimiento de los problemas económicos
y monetarios que las causaron. La revisión es pertinente por el desequilibrio
presente actualmente en la historiografía y los énfasis de su enfoque. Por
esto, el ensayo cuestiona la historiografía canónica, sus fuentes y la
pertinencia de sus premisas y conclusiones que aquí se examinan a la luz de
argumentos y fuentes distintas (algunas contrarias), en aras de construir una
visión más equilibrada del momento y de las decisiones que guiaron el cambio de
políticas monetarias.
14. Balance final: Cuatro siglos de historia: de la moneda metálica al papel moneda.